holaaaaaaaaaa, bueno, he de decir q normalmente, no suelo meterme tanto...en serio.... de hecho a la gente q conozco jamás le comento NADA sobre nutrición a no ser que se me pida expresamente, ya q comprendo q hay mucha gente q "pasa olimpicamente"de estos temas...pero vosotros veo q estais muy interesados y eso me elegra enormemente pq la alimentación y nutrición son tan importantes tanto en el día a día como por las repercusiones positivas o negativas a lo largo de nuestra vida ,estando sanos o estando menos sanos...q os voy a decir yo....
también ya me conocereis pero soy bastante crítica con TODA la información q llega a mis manos o a las manos de cualquier persona, pero debeis de entenderlo, es q publican cada cosa...y hay tantos engaños sobre este tema....la gente solo piensa en lucrarse....Por eso repito lo q dije en su día: si alguna vez teneis dudas sobre alguna fuente...
Bu, lo q dice el artículo q pones no sabes qué razon tiene al hablar de esa manera del hígado...es nuestro contenedor de basura, q desgraciadamente machacamos, realiza muchiiiiiiiiisimas funciones, entre otras, como bien dice elimina toxinas, o mejor dicho tóxicos(ejemplo sencillo: alcohol).
Al hacer excesos llámense navideños o llamense diarios tanto el hígado como los riñones no pueden con tanto trabajo, por decirlo de un modo sencillo, por lo que producen excesos de sustancias algo indeseables, como las famosas grasas.
Una vez realizado tal exceso( a exceso se le llama cuando lo comido es mayor a lo gastado) lo que JAMÁS se puede hacer son las llamadas dietas depurativas, tales dietas NO EXISTEN, es decir, estas q se basan en líquidos o ayunos durante algunos días. JAMÁS se puede dejar al organismo en tal situación, porque es entonces cuando REALMENTE se producen estas toxinas( por si alguien quiere investigar son los ácidos cetónicos).
Qué decir de las fantásticas q son las frutas y verduras, otro día me pararé en ellas más tiempo, y nuncan deben faltar ni un sólo día en nuestra alimentación, pero es eso, q no hay q consumirlas ahora por los excesos sino SIEMPRE, CADA DÍA.
Zumos de frutas genial, pero mejor lo q dice el artículo, las frutas enteras, por lo mismo q dice y porque algunas vitamínas son muy volátiles y con la luz, la temperatura y otras condiciones se esfuman en un plisplas.
Sobre las verduras genial, lo q dice, pero incluyo TODAS las verduras, al tener parecidas cualidades.
Sobre la levadura de cerveza, el chocolate y demás mejor otro día me enrollo...
Sobre las algas mejor también otro día....pero sobre las propiedades q tiene no son más q las q tienen las frutas y verduras a excepción del aminoácido citado, en este caso, en el último congreso q estuve(octubre) no se llegó a ninguna conclusión concreta sobre el centro de la saciedad, aún queda mucho por investigar en ese campo, si acaso algunos laboratorios sí que decían que demostraban algunas cosas pero es como todo ( si os quedan ganas leeis lo del final, es un artículo fantástico sobre críticas, no tiene desperdicio!!!!!).
Lo de la sauna, no tengo ni idea!!!! así que tendré q probarlo!!más q nada pq tengo una amiga masajista!!jajajaja.
Según un estudio
Autor: Gonzalo Casino
gcasino@cardiel.net
Viernes , 14 de Julio de 2006
Sobre el totum revolutum de la investigación y los trabajos a medida
Nada parece respaldar tanto la veracidad de un mensaje como el aval de un estudio. La muletilla “según un estudio” es moneda corriente en las informaciones periodísticas de salud y cada vez más en los mensajes publicitarios de productos en los que el valor salud es importante (por desgracia, periodismo y publicidad se mezclan y confunden a menudo). La palabra estudio tiene las espaldas tan anchas y tan amplias las tragaderas que lo mismo sirve para designar una encuesta de medio pelo que una rigurosa investigación científica, un intrascendente análisis estadístico que un ensayo clínico. Pero lo cierto es que aludir vagamente a “un estudio” no dice nada si no se añaden a continuación los datos esenciales de dicho trabajo. Y de esta imprecisión y calculada ambigüedad se aprovechan, obviamente, los trabajos más chapuceros, que no sólo se utilizan para publicitar los supuestos beneficios de un producto sino que encuentran además eco en algunas informaciones periodísticas, para mayor desgracia y desconcierto del consumidor.
Esta situación es especialmente llamativa en los productos alimenticios. La importancia que tiene la dieta en la salud, la demonización de algunos nutrientes (el colesterol, sin ir más lejos) o la santificación de otros (las vitaminas, por ejemplo) y la obsesión con las calorías y el sobrepeso, entre otras circunstancias, son el terreno abonado para que los fabricantes de alimentos se afanen por colocar a sus productos la etiqueta de saludable (algunos, como los bodegueros de EE UU, lo consiguieron). Hay estudios para avalar los beneficios de alimentos tan dispares como el vino y las nueces, los cereales de desayuno y el agua mineral carbonatada. Y todo parece indicar que si una empresa o lobby están dispuestos a financiar “un estudio” siempre será posible obtener un mensaje de salud favorable a sus intereses comerciales. Pero la actual inflación de estudios a medida empieza a ser tóxica, más que nada porque el mensaje que llega a la ciudadanía no suele considerar el peso de las pruebas científicas, y bajo el señuelo de “un estudio” se proclaman todo tipo de recomendaciones y afirmaciones, muchas de ellas sin confirmar.
Espero q os sirva de ayuda todo esto
